Versión en español

Nos quedamos en 1222, con la fundación de la universidad en Padua. Una universidad no es sólo el edificio, el lugar o el largo tiempo donde el estudiante o simplemente el hombre adquiere conocimiento o se ve obligado a estudiar muchas veces sin saber por qué.
Una universidad no es sólo el resultado de la vida económica de una comunidad sino también motor de aquella. Representa la esperanza de un lugar que se ha mostrado más proclive a lo desconocido, a lo diverso y extraño. Es el principio de un conglomerado de ideas con las que, se espera, mejorar la vida de sus conciudadanos.
En 1222 se funda una universidad en Padua. Esta es una ciudad independiente gobernada por un podestà (máxima autoridad) extranjero. Éste elegido por el consejo ciudadano solía dirigir la ciudad por un año al cabo del cual debía rendir cuentas. Aquél super partes representaba el poder y la justicia civil frente al poder religioso del obispo.
Cuatro años antes se había construido el primer tribunal de justicia o Palazzo della Ragione. En 1230 San Antonio vuelve definitivamente a Padua. En este momento la ciudad tiene unos quince mil habitantes y es un gran centro de comercio e industria y controla las principales vías de comunicación fluviales y por tierra.

Así en 1222 un grupo de estudiantes de derecho de la Universidad de Bolonia llega a Padua y pone la primera semilla de la nueva Universa Universis Patavina Libertas, la Universidad.
No sólo fueron importantes los años inmediatamente anteriores para la fundación de la Universidad y los posteriores para el desarrollo de la misma. A partir de 1318 con  la nueva signoria de los Da Carrara la Universidad es fundamental para el desarrollo de la ciudad, por ejemplo, llevando a cabo estudios de los lodos de las cercanas zonas termales. 
Y sobre todo, con la llegada veneciana a Padua a partir de 1405, la Universidad comienza un camino de expansión que la llevará a ser la sede universitaria más importante de Europa, por los profesores presentes y por la procedencia internacional de sus estudiantes, desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XVIII.

De ahí que en la fachada de Palazzo del Bo justo encima de donde se lee GYMNASIUM OMNIUM DISCIPLINARUM  aparezca en todo su esplendor el famoso león de San Marcos, el símbolo veneciano por excelencia. De hecho, bajo el poder veneciano la Universidad de Padua será la única sede universitaria de la república de Venecia desde 1405 hasta su definitiva desaparición.

Fachada principal con el León de San Marcos
Entrando en el patio de Palazzo del Bo lo primero que llama la atención son los numerosos escudos de armas que decoran los techos y paredes del patio. Pertenecían a los centenares de estudiantes tanto italianos como extranjeros que desde finales del siglo XV estudiaron aquí. Los escudos familiares indican el nombre y apellido del estudiante, su lugar de origen y su país. Desde Escocia hasta las tierras de ultramar (Creta y las islas griegas) formaron las diferentes “naciones” en la universidad paduana.
Escudos de armas del patio de Palazzo del Bo
Sin embargo, en la escalera de acceso a la planta superior lo primero que se observa no es un escudo de armas. Es una estatua. La única estatua entera. La única estatua de una mujer. Una mujer única. La primera mujer que se graduó en esta universidad, exactamente en 1678. Y por lo tanto, la primera en absoluto del mundo. Decenios antes que cualquier otra mujer.  Se llamaba Elena Lucrezia Cornaro Piscopia, y era un genio. Pero no lo tenía todo, no era un hombre. Su vida también sufrió por eso.

Estatua de Elena Lucrezia Cornaro Piscopia

Tablilla con el nombre y el año de graduación

Escalera de acceso a la planta principal
Desde la primera planta del palacio se siguen admirando más y más escudos de armas. Aquí es donde se puede acceder a las aulas principales. La mayor es el Aula Magna. Se pasa su puerta de entrada y se accede primero a la sala de los cuarenta, con retratos modernos de célebres estudiantes de la Universidad que estudiaron aquí desde el siglo XIII hasta el XIX. En esta sala todavía se conserva la cátedra de Galileo Galilei que utilizó para sus clases en el Aula Magna. Galileo vivió los “mejores años de su vida”en Padua, desde 1592 hasta 1610. 

Entrada al Aula Magna
Tras imaginarse cómo eran las clases de Galileo desde su cátedra se entra en el Aula Magna completamente decorada con escudos de armas y representaciones pictóricas de sus miembros más ilustres. 
Aquí es posible darse una vuelta por el interior del Aula Magna
Justo enfrente del Aula Magna se encuentra el Aula de Medicina, donde aún hoy los estudiantes aspirantes a doctores deben aprobar su último examen de final de carrera. 
Entrada del Aula de Medicina
Logia que lleva al Aula de Medicina y al Teatro Anatómico

Pero lo más sorprendente en el palazzo del Bo, en mi opinión, es el Teatro Anatómico. Dentro de un pequeño espacio, en 1594, uno de los profesores de medicina más sobresalientes, Girolamo Fabrici d’Acquapendente, construyó una estructura de madera en forma de anfiteatro romano que desde finales del siglo XVI hasta finales del XIX fue el lugar donde se llevaron a cabo las autopsias de centenares de cuerpos humanos. Las primeras disecciones humanas de la historia. 

Entrada al Teatro Anatómico

He aquí los lugares más representativos y con más historia de la Universidad de Padua. Son sólo algunos. En el mismo palazzo del Bo pueden descubrirse más joyas únicas y una historia densa y prolífica. También en otros edificios de la Universidad podemos respirar esa solera antigua e instructora. Como en el palazzo del Liviano con su sala  de los Gigantes  decorada con frescos del siglo XVI. Como en la Specola, la antigua torre del castillo medieval de los señores de Padua, que desde el siglo XVIII se convirtió en el observatorio astronómico de la Universidad. Como en muchos otros lugares más. Casi ochocientos años de historia dan para mucho.


Versione in italiano

Eravamo rimasti al 1222, con la fondazione dell’università a Padova. Una università non è soltanto il palazzo oppure il luogo, il lungo tempo dove lo studente oppure l’uomo acquisisce conoscenza, si sente costretto a studiare, molte volte senza sapere il perché.

Una università non è soltanto il risultato della vita economica di una comunità bensì il motore di quella. Rappresenta la speranza di un luogo più aperto ad apprendere quello che non sa, i mondi diversi e strani. Diventa tutte quelle idee che servono per migliorare la vita dei propri concittadini. 
Nel 1222 Padova è una città indipendente governata da un podestà straniero. Questo viene eletto dal consiglio cittadino e soleva governare la città per un anno alla fine del quale doveva dimostrare di essere stato bravo. Il podestà super partes rappresentava il potere e la giustizia civile contro il potere religioso del vescovo. 
Quattro anni prima era stato costruito il primo tribunale di giustizia o Palazzo della Ragione. Nel 1230 Sant’Antonio torna definitivamente a Padova. In questo momento la citta conta con circa quindicimila abitanti ed è un grande centro commerciale e industriale oltre a controllare le vie principali tra nord e sud. 
Così nel 1222 un gruppo di studenti di diritto di Bologna arriva a Padova e mette la prima pietra della nuova Universa Universis Patavina Libertas, l’Università.
Non furono soltanto importanti gli anni prima e dopo la fondazione dell’Università per lo sviluppo della stessa. Dal 1318 con la nuova signoria dei Da Carrara, l’Università è parte fondamentale per lo sviluppo della città, per esempio, attraverso gli studi dei fanghi delle vicine zone termali. 
E soprattutto, dopo l’arrivo veneziano a Padova nel 1405, l’Università inizia un percorso di espansione che la porterà a diventare la sede universitaria più importante in Europa, grazie anche ai professori e ai numerosi studenti internazionali che qui lavorarono dalla fine del quattrocento fino la fine del settecento. 
Ed è per questo che sulla facciata del Palazzo del Bo proprio sopra dove si legge GYMNASIUM OMNIUM DISCIPLINARUM  appare nella sua massima belleza il famoso leone marciano, simbolo del potere veneziano. Infatti, sarà con Venezia che l’Università di Padova diventerà l’unica sede universitaria della repubblica di Venezia dal 1405 fino la sua definitiva scomparsa. 
Facciata di Palazzo del Bo con il leone marciano
Entrando nel cortile del Palazzo del Bo la prima cosa che attira l’attenzione sono i numerosissimi stemmi che decorano i soffitti e le pareti del cortile. Appartenevano a centinaia di studenti italiani e stranieri che qui studiarono dalla fine del quattrocento. Gli stemmi indicano il nome e il cognome dello studente, il luogo e la nazione di origine. Dalla Scozia fino le terre di oltremare (Creta e le isole greche) formarono le diverse nazioni nella università.
Stemmi del cortile di Palazzo Bo
Tuttavia, nello scalone di entrata verso il piano superiore la prima cosa che si vede non è uno stemma. Si vede una statua. L’unica statua intera. L’unica statua di una donna. Una donna unica. La prima donna laureata in questa università, precisamente nel 1678. E per questo, la prima in assoluto al mondo. Decenni prima di qualsiasi altra. Questa donna straordinaria si chiamava Elena Lucrezia Cornaro Piscopia, ed era un genio. Ma non possedeva tutto. Purtroppo per lei, non era un uomo. E anche per questo la sua vita fu breve. 
Statua di Elena Lucrezia Cornaro Piscopia

Targa con nome e anno di laurea

Scalone di accesso al piano superiore
Nel primo piano del palazzo si continuano a vedere altri stemmi. Da qui si accede alle aule principali. La più importante è l’Aula Magna. Entrando si accede alla sala dei quaranta dove sulle pareti appaiono ritratti moderni dei più celebri studenti dell’università che qui studiarono dagli inizi fino la fine del ottocento. In questa sala ancora oggi si vede la cattedra che Galileo Galilei usò per le sue lezioni in Aula Magna. Galileo, come lui stesso disse, a Padova visse i suoi migliori anni di vita, dal 1592 al 1610.
Entrata all’Aula Magna
Dopo essersi lasciati trascinare dall’immaginazione nelle lezioni che Galileo tenne dalla sua catedra si entra in Aula Magna, questa è completamente decorata con stemmi e rappresentazioni pittoriche dei membri più illustri dell’università. 
Qui è possibile farsi un giro virtuale nell’interno del Aula Magna.
Proprio di fronte all’Aula Magna si trova l’Aula di Medicina, ove ancora oggi gli studenti che vogliono diventare veri dottori devono passare l’esame di laurea. 
Entrata dell’Aula di Medicina
Loggia che porta all’Aula di Medicina e al Teatro Anatomico
Ma il luogo più sorprende in Palazzo Bo, secondo me, è il Teatro Anatomico. Dentro un piccolo spazio, nel 1594, uno dei professori di anatomia più bravi e moderni, Girolamo Fabrici d’Acquapendente, costruì una struttura di legno a forma di anfiteatro romano che dalla fine del cinquecento fino quasi la fine dell’ottocento fu il luogo dove si fecero le prime autopsie al mondo. 
Entrata al Teatro Anatomico

Ecco qua i luoghi più caratteristici e con più storia dell’Università di Padova. Sono soltanto alcuni, ovviamente. Nello stesso Palazzo del Bo si possono scoprire altri gioielli unici e una storia densa e prolifica. Così come in altri palazzi dell’Università possiamo respirare quella tradizione antica e istruttrice. Questa si trova in altri luoghi universitari come il palazzo del Liviano con la sua famosa sala dei Giganti affrescata nel cinquecento. Oppure alla Specola, l’antica torre del castello medioevale dei signori di Padova, che dall’ottocento divenne osservatorio astronomico dell’Università. Così come in tanti altri posti. Quasi ottocento anni di storia offrono molte altre sorprese.

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2 pensieri riguardo “La universidad de Padua

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