Ti racconto la mia storia a Vicenza con un tweet / Te cuento mi historia en Vicenza con un tuit.
Cuando llevaba unos siete meses en Vicenza volví a España la primera vez.
Antes había hecho un mes de clases de italiano con otro chico español y un profesor italiano. Hacíamos cuatros horas cada día, de lunes a viernes, toda la mañana de clases de gramática italiana, lectura y pronunciación, pequeñas conversaciones entre los tres, siempre con dudas, errores y repetición. Dudas. Errores. Repetición. Así por treinta días.
Por las tardes, conocía a gente nueva con quien intentaba comunicar. Los escuchaba más que hablaba. Un día entendía un poco y el siguiente un poco más. Y así, cada día, practicando italiano tres cuartas partes del día, pasaron siete meses.
Antes de volver a España por primera vez había estado en Roma. Los romanos con quienes hablé pensaron que era véneto.
La primera vez que pronuncié palabra en español en España con mis amigos de toda la vida, se me quedaron mirando con expresión inquisitiva y me espetaron: <<¿Por qué hablas así?>>.
Y yo pensé: <<Zio Billy!>>…