Ti racconto la mia storia a Vicenza con un tweet / Te cuento mi historia en Vicenza con un tuit.
Mi primer vicentino cabezón
Muchas otras veces he conseguido enseñar español.
Pero, ¡qué complicado! A veces.
Una vez tuve un estudiante al que yo llamé Einstein.
Para él aprender español era traducirlo todo a fórmulas matemáticas.
Por ejemplo, la siguiente frase:
“¿____________alguna silla en casa?”
¿Es con “está” o “hay”?
Para Einstein, la frase se transformaba en:
“está” igual a X,
y
“hay” igual a Y.
Por lo tanto, como la regla-fórmula establecía que X más “alguna” era incorrecto e Y más “alguna” era correcto, es decir,
X + alguna = incorrecto
Y + alguna = correcto
para Einstein estaba clarísimo que la respuesta correcta debía ser: ¿___”Y”____alguna silla en casa?
e “Y” se iluminaba en su cabezón.
Solo unos segundos después (interminables y en los que te preguntabas qué diablos estaba pensando) pronunciaba:
HAY.
Y tú aprendías…