(edición especial)
Ti racconto la mia storia a Vicenza con un tweet / Te cuento mi historia en Vicenza con un tuit.
Hoy es un día muy especial
Hola querido lector o estudiante. Como ves hoy no es domingo como suele ser cuando lees este artículo.
Hoy es un día muy especial.
Hoy un Spagnolo a Vicenza no es el protagonista. Hoy lo es otra española. Hoy lo es la hermana de un Spagnolo a Vicenza.
Este día un Spagnolo a Vicenza recuerda las veces que su hermana lo ha visitado en Vicenza.
Porque ella lo ha visitado varias veces, quizás cinco o seis o incluso alguna más.
La primera fue allá por el 2003 y era verano. Ella vino sola y apenas estuvo unos días en Vicenza en los que este español le enseñó lo poco que entonces sabía de Vicenza. No creo que ni si quiera viéramos los lugares más importantes. Me imagino que estuvimos en los más céntricos y fuimos muy españoles: cervecita en terracita y paseíto por el casco. No creo que saliéramos de Vicenza o por lo menos no lo recuerdo.
Lo que sí recuerdo fue el viaje de vuelta a España. Fuimos juntos en coche. Más bien nos acompañaron. Volvimos yo, ella y cinco o seis vicentinos doc en una furgoneta Ducato de los noventa sin aire acondicionado. Era el verano del 2003. Sí aquel en el que sudaste más que un pollo en el horno. Al final y a pesar del calor llegamos a Barcelona.
La segunda vez volvió con mis padres y mi prima. Era siempre verano pero no sudamos como pollos. Esa vez sí que visitamos más lugares en Vicenza e incluso fuimos a Venecia y Verona. A ella le encantaron los timbres venecianos que fotografiaba por doquier y las correspondientes casas con sus arcos góticos. Y empezó a entender por qué su hermano tenía ese acento tan extraño.
La tercera vez llegó con dos amigas barcelonesas. Esa vez era invierno. Aterrizaron en Treviso y alquilaron un coche para venir a Vicenza. Unas tres horas después me llamaron por teléfono para decirme que habían llegado. Que estaban delante de casa. Yo bajé esperando encontrármelas ahí. No estaban ni las encontré. Las llamé y me dieron el nombre de una plaza que resultó estar al otro lado de la ciudad. Tras una media hora a pie deambulando y hablando por teléfono por las callejuelas vicentinas las encontré en el coche muertas de frío. Tres españolas vestidas como esquimales en el polo vicentino. Las conduje a casa. Nada más entrar se pegaron al radiador del que no se despegaron hasta que volvieron a España. Aun así visitaron Bassano del Grappa y otras frías tierras vicentinas. Salieron con vicentinos y probaron el frío espriz. Siempre tiritando de frío.
La cuarta vez vino con toda la familia. Padres, primos, tíos y demás compañía. Era verano y volvimos a sudar como pollos. Pero el motivo era importante. Su hermano se casaba. Y la boda iba a ser en Vicenza. Una boda vicentina, española e internacional. Su hermano se casaba con una americana. Para casi todos los primos y tíos era la primera vez fuera de España y ocasión semejante no podía desaprovecharse. Así que con sus mejores galas encabezó la comitiva hispana a tierras vicentinas.
La quinta fue dos o tres años después de la gran boda. Vino para tal vez quedarse. Se quedó más de un mes. Aprendió mucho más italiano e incluso estuvo a punto de encontrar trabajo. Por primera vez vivió, trabajó y socializó a la vicentina. A mí me alegró que pudiéramos pasar todo ese tiempo juntos. Hacía tiempo que no lo hacíamos. Al final, sin embargo, decidió volver a España pero me gusta pensar que esa vez en Vicenza fue importante para ella.
Ahora hace tiempo que no nos vemos en Vicenza. Nos hemos visto otras veces en España, por supuesto. Pero siempre es mucho el tiempo que pasa y no nos vemos. Así que hasta entonces y espero que llegue pronto:
¡¡Feliz cumpleaños, querida hermana!!…
Un pensiero riguardo “Uno spagnolo a Vicenza/ Un español en Vicenza”